lunes, 18 de abril de 2011

Lampedusa, destino de moda (I)

¿Cómo es posible que esta pequeña isla acabare todos los titulares? ¿Es que van a construir un nuevo Marina D'Or? Pues no, va a ser que no.

Lampedusa es conocida por ser un destino preferencial, pero no precisamente para los turistas, sino para miles de inmigrantes que intentan entrar en Europa desde Túnez.

Ésta pequeña isla enclavada en el corazón del Mediterráneo, bendecida con sol y un paisaje desértico que luce aún más sus blancas playas es  el terruño más al sur de Italia. Entre África y Europa, Lampedusa se situa a 250 kilómetros de Sicilia, 176 kilometros de Malta y a tan sólo 113 kilometres de Túnez.

En la diminuta prima italiana de Malta, unas 4.500 personas viven del turismo, la pesca y una escueta agricultura. Casi el mismo número de inmigrantes que llegaron en 2010 a sus costas, 4.000. Desde enero, la situación se ha descontrolado. Los lampedusani han visto llegar a su isla a unas 20.000 personas huyendo de los conflictos del Norte de África. A los inmigrantes se les han sumado los desplazados por guerras como las de Libia. No está mal para un territorio de apenas 20 kilómetros cuadrados.

Berlusconi, ese lampedusano

¿Cómo reaccionar ante esta situación? Berlusconi, haciendo lo que mejor se le da: tirar del populismo. En su sonada visita de finales de marzo, el primer ministro italiano dio un sonado discurso ante los lampedusani en el que anunciaba medidas clave como:

-Comprarse una casa en Lampedusa. La adquisición la hizo la noche anterior a la visita y por Internet, para mas inri. Curiosamente, semanas después de la compra no se ha formalizado el trámite, según afirma el gabinete del primer ministro, debido a un problema con el resgistro de bienes. Si es que ésta burocracia... ¡Ay no, que somos nosotros!
-Declararse "lampedusano". Y punto.
-Afirmar que va a presentar la candidatura de Lampedusa al Nobel de la Paz. Total, se lo dieron a Obama con menos méritos.

 El vídeo no tiene desperdicio, chistes sobre sus problemas con las justicia incluidos

Además, Berlusconi mantuvo en vilo a los inmigrantes, líderes europeos, italianos de buena fe y defensores de los derechos humanos al prometer el pasado 30 de marzo que sacaría a los inmigrantes de Lampedusa  "en 60 horas" sin explicar dónde los llevaría. Finalmente, buena parte de éstos fueron redistribuidos en centros de acogida de toda Italia.

Pese a la caricatura, el Gobierno de Italia se toma muy en serio la situación. No ha dudado en poner la billetera por delante en el acuerdo bilateral que ha firmado con Túnez: incluye un préstamo de 80 millones de euros para reforzar la vigilancia costera y 150 más para mejorar la maltrecha situación económica en Túnez. A cambio, el país africano acepta la repatriación de sus nacionales. Dos aviones salen diariamente de Lampedusa con destino a Túnez, lo que ha causado fuertes protestas entre los tunecinos acogidos en la isla.

Europa no se come este "Maroni"
Más allá de los Alpes, los socios europeos hacían oidos sordos a las peticiones de Italia de ayuda para gestionar la llegada de tantos inmigrantes. La tensa reunión acabó el ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, poniendo en duda el sentido de una Unión que dejan solo a uno de sus miembros (o dos, no olvidemos a Malta) en una urgente situación: "Italia ha pedido solidaridad y nos han respondido espabilaros solos. Me pregunto si aún tiene algún sentido formar parte de la UE". Lo explica muy bien el compañero de El Periódico, Eliseo Oliveras. 

Mientras la UE le daba la espalda, Italia se ha sacado de la manga un  permiso de residencia temporal "por motivos humanitarios" a los inmigrantes procedentes de Túnez que quieren trasladarse a otros países europeos. En definitiva, este permiso es una manera de librarse de los inmigrantes, permitiendo su salida a otros países de la UE. Donde las dan, las toman.

Las reacciones europeas no se han hecho esperar...

(Continuará)

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